Sensofood Solutions participó en el programa ÓSMOSIS que es una iniciativa de los Vicerrectorados de Investigación e Innovación y de Planificación para profesorado no universitario dispuesto a promover e implementar proyectos de innovación en sus centros de referencia, e incluso a colaborar con la Universidad Miguel Hernández (UMH) a nivel de utilización de infraestructuras y colaboración con docentes y estudiantes UMH. Este proyecto fue uno coordinado entre tres diferentes instituciones: Instituto de Educación Superior (IES), Universidad e Industria y consistió en contextualizar los conocimientos académicos que se trabajan en los centros escolares (IES Jaime de Sant Ángel Redován) en proyectos reales de la industria y la investigación. A través de este programa, con una duración de siete sesiones, los alumnos de instituto tuvieron la ocasión de conocer in situ los trabajos de investigación que se llevan a cabo en la universidad y las empresas a través del análisis sensorial. Además, de reconocer la importancia de ésta ciencia en la industria de los alimentos y de conocer los contenidos y procedimientos que se emplean en el análisis sensorial de alimentos. Por último, tuvieron la oportunidad de diseñar y ejecutar su propio taller de análisis sensorial en una feria de ciencias explicando así el papel de los sentidos y el valor del análisis sensorial en la evaluación de la calidad final del producto.
En la primera sesión se presentaron los contenidos del proyecto, metodología, lugares de realización, introducción al análisis sensorial y la importancia de ésta ciencia tanto para la industria alimentaria como para el consumidor.
La segunda sesión consistió en la presentación de las herramientas sensoriales e instrumentales utilizadas en el análisis sensorial. Los alumnos obtuvieron información in situ sobre la legislación de una sala de catas y de qué se compone, se les enseñaron los equipos instrumentales que validan los sentidos: texturómetro, colorímetro, refractómetro, cromatógrafo de gases, etc. Además, se les presentó un cuestionario inicial para saber cuál es su nivel de conocimiento sobre el análisis sensorial. Por último, participaron en un estudio de consumidores de almendras hidro sostenibles.
En la tercera sesión se les presentó los sentidos en la vida cotidiana más exacto la fase visual y olfativa. La cuarta sesión se centró en la aplicación de los sentidos en la descripción sensorial de diferentes productos (catas tales como de aceite de oliva o aguas).
En la séptima sesión se dedicó a la textura de los productos y a las pruebas sensoriales aplicadas al chocolate. Los atributos de textura se aprendieron utilizando diferentes tipos de productos tales como: golosinas, manzana, chocolate, turrón, plátano, zanahoria, galletas, etc. En cuanto a las pruebas sensoriales realizadas fueron: triangulares, de ordenación, dos de cinco, etc. Además, los alumnos hicieron tuvieron que rellenar otra vez el cuestionario final para poder comparar los resultados de su aprendizaje antes y después.
Como trabajo final, para aplicar todo lo aprendido los alumnos prepararon un Taller de Análisis Sensorial en el VIII Certamen de Ciencias de la Vega Baja, que tuvo mucho éxito entre los participantes. Como conclusión final, consideramos que el análisis sensorial es muy importante tanto para la industria alimentaria como para el consumidor y que es necesario su aprendizaje todavía en edades jóvenes.